Esta es la historia de un pibe que quería ser famoso. Vivía
en un pueblito muy pequeño y creía que ahí nunca tendría las posibilidades de cumplir su
sueño. Por eso un día se armó de valor y sacó un pasaje a la gran ciudad.
La noche anterior
a su partida un grupo de amigos le organizó una fiesta. Todo el
pueblo asistió y entre tanta gente conocida le llamó la atención una muchacha
que jamás había visto, algo raro en un pueblo tan pequeño. La sacó a bailar y
entre zambas, chacareras y pericones sus miradas se encontraron, sus manos se
entrelazaron con fuerza, rieron, bailaron, como si no hubiera nada ni nadie a su alrededor.
Al final
de la noche, exhaustos ya de tanto bailar, se sentaron a tomar vino y charlar.
No hablaron de nada importante y por momentos se quedaron callados, pero sin
dejar de mirarse. El muchacho cayó en la cuenta de que dentro de pocas horas abandonaría
para siempre su pueblo y jamás se volverían a ver, pero no se animó a decirlo.
Cuando se acercaba el amanecer, de manera repentina, ella lo despidió y se fue.
Así, sin más...
Así, sin más...
Horas más tarde, y
con el tiempo justo porque se había quedado dormido, se subió al micro que lo llevaría
a cumplir su sueño. Pero toda la felicidad que lo invadía un día atrás, ahora
estaba empañada por el vacío que sentía por haber dejado ir a esa muchacha. Lo
que él no sabía, era que cinco asientos más atrás estaba sentada ella, lista para volver hacia la gran
ciudad.
Me encanta y es mio!.
ResponderEliminarN.-