viernes, 7 de agosto de 2015

Mambo

Te das cuenta de cuan mambeado estás con una mina cuando vas por la calle pensando respuestas a preguntas que nunca te hizo ni te hará. Pero no importa, vos querés estar listo para ese momento. Y cuando creés que va llegar, cuando le hablás, cuando encontraste la excusa perfecta para iniciar una conversación con ella la única vez que usa el signo de pregunta es para saber cómo andás, y vos le querés decir como-el-orto-dame-bola-flaca-me-muero-por-vos.

Pero no sos tan gil para decírselo así de una y te metes en una charla intensa… donde le terminás diciendo todo eso, pero en cuotas. Y al final, ¡claro! No te termina dando bola por lo mambeado que estás.