domingo, 9 de diciembre de 2012

Principios

Los principios a veces son finales. Porque son constantes, su duración es un misterio, ¿Recordás el principio de cada aspecto de tu vida?  Estamos todo el tiempo comenzando algo.

Mientras vivamos daremos inicio a innumerable cantidad de cosas. El misterio es cuantas de ellas finalizaremos.

Los principios que elijamos para darle un final, marcarán nuestra vida, mientras que lo inconcluso nos hará detener en el tiempo.

martes, 4 de diciembre de 2012

Finales

Cuando se conocieron, todo parecía funcionar correctamente. Chateaban por horas. Se contaban todo. Absolutamente todo. Fluian, no había espacios vacíos.

Al menos eso parecía. Porque en realidad si los había. Segundos, minutos en los que tanto el como ella se quedaban mirando la pantalla con los dedos apoyados en el teclado, pensando...

Se deseaban, pero solo estuvieron juntos en la imaginación de cada uno. Su encuentro se hizo esperar.

Se vieron por primera vez en una extraña reunión. Temerosos de las miradas ajenas, se sentaron uno muy alejado del otro. Pasaron horas hasta que por fin quedaron solos. Ambos habían tomado mucho, la gente a su alrededor (todos desconocidos) festejaban un triunfo histórico.

Y en un costado, ellos, dejaron de pensar...

sábado, 24 de noviembre de 2012

A los ciegos no le gustan los sordos.

Lejos o cerca, el desamor se siente igual. Así como el amor, tampoco entiende de edades, géneros, distancias ni de religiones.

Cuando su aburrimiento te juegue en contra, y sus tentaciones lleguen hasta la puerta de tu casa, no las ignores. Atendelas. Machacalas. Dales una lección. Que la diversión les salga cara. Porque si no, te saldrá muy cara a vos.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Pueblo chico.


Esta es la historia de un pibe que quería ser famoso. Vivía en un pueblito muy pequeño y creía que ahí nunca tendría las posibilidades de cumplir su sueño. Por eso un día se armó de valor y sacó un pasaje a la gran ciudad. 

La noche anterior a su partida un grupo de amigos le organizó una fiesta. Todo el pueblo asistió y entre tanta gente conocida le llamó la atención una muchacha que jamás había visto, algo raro en un pueblo tan pequeño. La sacó a bailar y entre zambas, chacareras y pericones sus miradas se encontraron, sus manos se entrelazaron con fuerza, rieron, bailaron, como si no hubiera nada ni nadie a su alrededor. 

Al final de la noche, exhaustos ya de tanto bailar, se sentaron a tomar vino y charlar. No hablaron de nada importante y por momentos se quedaron callados, pero sin dejar de mirarse. El muchacho cayó en la cuenta de que dentro de pocas horas abandonaría para siempre su pueblo y jamás se volverían a ver, pero no se animó a decirlo. Cuando se acercaba el amanecer, de manera repentina, ella lo despidió y se fue. 

Así, sin más...

Horas más tarde, y con el tiempo justo porque se había quedado dormido, se subió al micro que lo llevaría a cumplir su sueño. Pero toda la felicidad que lo invadía un día atrás, ahora estaba empañada por el vacío que sentía por haber dejado ir a esa muchacha. Lo que él no sabía, era que cinco asientos más atrás estaba sentada ella, lista para volver hacia la gran ciudad.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Carta de un hombre a una desconocida.

Buenos Aires, 10 de noviembre de 2012

A quien corresponda:

Te escribo porque no puedo dejar de pensar en vos. Hace exactamente 4 años y 3 meses que te busco por todos lados y no puedo ubicarte nunca. ¿Cuánto más podremos estar separados? Yo me duermo pensando en vos y me despierto lamentando no haberte soñado.
Yo se que estés donde estés, estás pensando en mi.

Hace unos meses creí encontrarte. Te reías alegremente de un chiste que te contó un compañero de la facultad, tirabas la cabeza para atrás y cerrabas los ojos mientras te agarrabas la panza de la risa. Esperé a que se te pase para buscar tu mirada, que se encuentren las nuestras, como la primera vez. Pero cuando pasó, me miró, siguió de largo y besó a su compañero.

No eras vos.

Me volvió a pasar muy poco después. Esta vez vos te acercaste a mi, me dijiste cosas muy lindas al oído  me invitaste a tomar algo, ¡me besaste! Pero estaba jugando conmigo, porque al otro día no me habló más.

No eras vos, era una chica que trataba sin éxito de olvidarse de un chico.

Y hace unos días nos cruzamos en el colectivo. Vos me preguntaste si el 59 te llevaba a Recoleta. Yo te dije que si y nos subimos juntos. Charlamos y vos te reías  Me contaste a donde ibas, me preguntaste que hacia y cuando te pedí tu número me dijo que hacia poco había terminado una relación y no quería conocer a nadie. Me dijo adiós y se bajó.

No eras vos.

Hace poco una amiga me dijo que debía olvidarte y vivir la vida, ser feliz con lo que tengo. Es difícil  pero me puse en campaña y lo logré. Y por eso me decidí a escribirte. Acabo de conocer a alguien, que no se te parece en nada. Y sinceramente me siento mejor que nunca. Ella me hace sentir que vamos conquistarlo todo.

Así que esta es la despedida.
Por siempre tuyo.

Él.

domingo, 28 de octubre de 2012

¡Soy tu fan!

- No entiendo qué le ves.-

- No se por qué te haces tanto problema. Que se yo, es linda, copada, me gusta su onda, lo que hace, la música que escucha...-

- Escucha la misma música que yo y por mi nunca te moriste de amor.-

- Bueno, pero... es distinto... ¿viste el video que subió el otro día? Increíble, ¿y lo que comentó por el día de la llegada a América? Y baila, y actúa. Mira que yo no soy de idealizar pero ya le puse nombre a los pibes que vamos a tener juntos.-

- A mi me parece una pe-lo-tu-da. ¿Vos viste cuantas fotos tiene de perfil? mil. MIL. ¿Quién en su sano juicio tiene mil fotos de perfil?. Eso habla de un claro desorden a nivel mental.-

- Y sale tan linda... Las vi todas.-

- Pajero. Vos tenes 30 y esas solas alcanzan para saber que sos un chico muy lindo.-

- Gracias, vos también me pareces copada.-

- Soy copada y escucho la misma música que vos, tengo todas las de ganar.-

- Si, no se que haces soltera. Es cuestión de tiempo. ¿Querés que te presente a alguien?.-

- Si, tengo a uno en mente ¿Vos querés salir con una hasta que la boluda sepa de tu existencia?-

- Dale...-

lunes, 22 de octubre de 2012

Ella y él

Él es bohemio, atorrante, encantador. Le cuesta ponerle rumbo a su vida. Es inteligente y muy bueno en lo que hace. Se la cree.

Ella es un bomboncito. Divertida, alegre, y muy responsable. Todavía cree en el amor, se preocupa por el medio ambiente y le gusta discutir de política. Está de novia hace varios años.

Se conocieron en un cumpleaños. Charlaron mucho. Hubo silencios. Él se esforzó por no mostrar que por primera vez se sentía intimidado. Ella buscaba refugio de su mirada en el celular.

Él se acostó esa noche pensando en ella.
Ella le contó a su abuela que conoció un muchacho divino.
Mucho, pero mucho tiempo después, volverían a encontrarse.
A veces es solo una cuestión de tiempo. No siempre es el momento.

martes, 9 de octubre de 2012

Dos tipos macanudos.

Llueve. Las calles de la ciudad están vacías. Una chica camina con los hombros encogidos como si eso la protegiera más de la tormenta que azota Buenos Aires. Un estudiante va de a saltitos esquivando charcos inmensos sin mucho éxito.

En este tan desfavorable escenario, un cantante y un comunicador juegan a la guerra. Sus armas son la imaginación, la tierra y sus fronteras. Ellos tienen sueños vandálicos, se desafían mutuamente a salir por las calles de su barrio a voltear tachos, quemar hojas secas o cualquier otro disturbio de la vía pública que les venga en mente. Será que desean que se hable de ellos, tal vez pretenden dar un golpe marketinero. Probablemente solo estén locos.

La única certeza es que jamás se animan a ponerlo en práctica.

- ¡Hola! ¿Salimos hoy a quemar tachos?
- No puedo, tengo facultad. ¿El sábado podés?
- No, imposible tengo un recital ese día.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Te falta cumbia.

No bailo. No sé. No me gusta. No me sale. No me corre por la sangre.
Nunca quise ir a ningún boliche, hasta que cuando cumplí 18 mis amigos me convencieron. Fuimos a un lugar cerca de casa, un bolichón de mala muerte donde podían pasar los que aún tenían 17 y nos vendían alcohol. Hasta el último minuto mantuve la esperanza de que no nos dejen pasar pero ese dia no habia nadie así que entramos sin ningún problema.

Vacio, oscuro, húmedo y cuando pensé que nada podía empeorar, pusieron cumbia. No bailo cumbia. No se bailar cumbia. No me gusta la cumbia. No me sale bailar cumbia.
En cuanto pude me escapé a la barra, me compré una cerveza y me fui a sentar. No me gusta mucho tomar pero necesitaba hacer algo más que estar sin hacer nada.

Pasé como 15 minutos ahí, solo, mientras mis amigos miraban a las pocas chicas que estaban bailando y planeaban estrategias para acercárseles. Nunca sacaron a bailar a nadie.
Justo cuando la cabeza comenzaba a darme vueltas alguien se me paró delante y me agarró de la mano. Pensé que era uno de mis amigos así que acompañé el movimiento y me paré.

Era una chica. No la había visto cuando llegamos. El pelo, lacio y suelto, le llegaba hasta los hombros y era mas alta que yo, me sacaba casi media cabeza. Me hablaba pero no entendía lo que me decía. En un momento señaló hacia la pista y me sonrió. Me llamaba mucho la atención su sonrisa, que noté que tenia uno de sus dientes delanteros torcidos y que achinaba mucho los ojos cuando lo hacía. Siguió haciéndome señas hasta que de pronto se alejó un paso, me miró y comprendí al instante. Quería bailar conmigo. Dejé el vaso a un costado tratando de parecer lo más sobrio posible y le dije, de una manera elegante, que no sabia bailar, pero no le importó.

Lamentablemente no pude evitar todo lo que dije después, cosas originales como "Sos muy linda" o "Me gusta tu sonrisa".
Ella me escuchó. Pero no dijo una palabra. Hasta que de repente me agarró por los hombros, y empezó a acercar sus labios a los míos. Cerré los ojos, sorprendido por la situación, mareado por la cerveza, ¡entusiasmado por estar a punto de recibir mi primer beso! Sentía su dulce perfume, su pelo suave, sus manos que ahora me agarraban por los antebrazos... y de repente su voz, todo se esfumó y lo único que oía era su voz que me decía: "Te falta cumbia mi amor."

Ahora bailo. Sé. Me gusta. Me sale. Porque ella me enseñó.

martes, 25 de septiembre de 2012

Perotá

Triunfé. Cruzo el Rio de la Plata hacia Buenos Aires sin la muletilla tan temida. Ojo, todavía la tengo en la cabeza y se me mezcla en los pensamientos (admito que esa pelea la ganaron).
Me voy del Uruguay con un remolino de sentimientos. Significó muchísimo para mi este viaje. Fue conocer gente maravillosa. O confirmar su condición de tal.
Cada quien merecería un párrafo aparte. Pero ese no es el estilo de este blog. Esta es una bestia moderna que funciona con monedas más chiquitas. Quizás me anime a dedicarles pronto alguna ocurrencia. Encima mío llevo mil historias y mil y un sentimientos, que son como fotos revueltas en mi cabeza. Trataré de ordenarlas cuando llegue.
El Rio de la Plata se mueve, me mueve. Y con una de esas fotos aferrada mas cerca del corazón que de la mente, me empiezo a quedar dormido...

miércoles, 19 de septiembre de 2012

¿Quién es el hombre de tu vida?

Pinta noviecito.
Siempre tan serio, galante, se presenta en buenas formas, les sonrie a las chicas y les mantiene la mirada.
No teme a los abrazos, pero le cuesta mucho dar el primer beso.
Dice cosas lindas pero no incomoda, las ubica en el momento exacto y sólo cuando hace falta.
Detesta caer en lugares comunes.
Las escucha y les charla.

Idealiza. Se enamora. Pero nunca es correspondido.
Y no lo entiende, les pregunta: "¿Quién es el hombre de tu vida?"
Y la respuesta siempre es: "creía que alguien como vos".

viernes, 14 de septiembre de 2012

Violencia de género

-Mirá lo que es ese minón... Me enamoré, ya está.-

-Uy si está buenísima! Pero es un problema, las minas así no te dan bola nunca...-

-Mi problema está en que idealizo demasiado. Veo una mina que me gusta y ya me imagino presentándola en casa, yendo de vacaciones a Bombas y Bombinhas o mudándonos a un ph de esos feng shui que están haciendo ahora en Belgrano, que están copados, por cierto.-

-Si, a todos nos pasa algo parecido. Es una cagada, porque después se te viene todo abajo y es durísimo.-

-La cagada son los nombres. Me cuesta imaginarme eso, o sea a los pibes siempre me los imagino rubiecitos, como yo, y los ojos me da igual, pero los nombres... nunca sabés si tiene una abuela de la que heredó su nombre y quiere ponérselo a sus hijas. Y ademas siempre las nenas se llaman María nosequé o algo así.-

-...-

-Y el tema de la religión también me jode. Yo soy budista pero prefiero que ellos elijan la suya, a su tiempo. Yo les paso mis ideales, no mis creencias. Y acá te bautizan hasta al perro, yo no los quiero bautizar, pero si es cristiana es fija que va a querer. Esta tiene pinta de cristiana ¿no?.-

-No sé, supongo ¿pero no te estás yendo un poco al carajo?.-

-¿Por no bautizarlos decís? Dale, no te tenia tan religioso. De mi vieja me espero una puteada, pero de vos...-

-No salame, no lo digo por eso. Es que te estás haciendo tremenda película y no sabés ni el nombre.-

-Uy mirá ¿y ese gil quien es?

-Parece el novio.-

-Nah, cualquiera. ¡Que puta!.-

martes, 28 de agosto de 2012

Segundo plano

-Vos sabés como soy yo, a mí me gusta que las cosas se hagan bien, viste.-
-Si.-
-En este país se tiran todos a chantas, siempre tratando de sacar ventaja, no cambiamos más, ¿O no?.-
-Si, tal cual.-
-Y así estamos eh, es... es cultural, que se yo, afuera ves otra cosa.-
-Me imagino.-
-Y yo te lo digo porque lo vi eh, no es que me lo contó alguien. Los tipos hacen las cosas bien, no ves un papel en el suelo, nadie te corta una calle...-
-Y si.-
-Meten preso a uno y no es que lo largan al otro día. La ley se respeta. Pero que le vamos a hacer, es el país que nos tocó. Vení dale crucemos.-
-Está en rojo.-
-¡Pero si no viene nadie!, no seas cagón, dale.-

domingo, 12 de agosto de 2012

Desarmar las emociones.

No podemos desarmar las emociones.

Podemos clasificarlas, darles un nombre, identificarlas con una situación o con una persona e incluso a algunas podemos anticiparlas, pero jamás podremos saber que contiene cada una.

¿Qué hay dentro de esa sensación que nos recorre el cuerpo, la mente y el alma?.

Cansado ya de preguntarme, y después de pasar varias horas con la hoja en blanco, me rendí.

Las voy a dejar que pasen, e incluso tal vez, si se portan bien conmigo, que se queden un ratito.

viernes, 3 de agosto de 2012

Una afiebrada introducción.

Me están buscando. Quieren que me vaya a dormir con ellos. Los duendes de la noche salen de mi almohada y se sientan a los pies de la cama. Me miran pero nunca dicen nada. No hace falta. Yo se lo que quieren. Me gusta quedarme despierto y observarlos. Dan vueltas, se miran, me miran... Se van. Pero la verdad es que inevitablemente ellos ganan. -¿A dónde vamos?.- les pregunto siempre. Pero nunca me acuerdo la respuesta.

jueves, 2 de agosto de 2012

Utopías de un hombre con miopía.

-Doctor me late el ojo.-
-Mmmm, para esto solo hay una solución.-
-¿Cuál doctor? dígamela ya.-
-Una semana en el caribe, como mínimo.-
-No me diga eso, ¿Tan grave estoy?.-
-Me temo que si. Pero no se preocupe, yo le firmo el certificado y listo, la obra social se encarga de todo.-

domingo, 29 de julio de 2012

Cositas bellas que me hacés pensar


Si vos te atrevés a darme la mano…

Si no te dejás guiar por lo que se ve

¡Despertá!

Otro invierno largo termina…

Si vos te atrevés a darme la mano…

Y  en la oscuridad, nada me hizo brillar más.

¡Y qué mundo indiferente!

¿Y si te veo? ¿Y si te siento?,

solo empiezo a sonreír.

Si vos te atrevés a darme la mano…

¿Funcionará?

No sé, pero vamos a disfrutarlo hasta el final.

¡Y que quede claro!

No lo hago sólo por mí.

Ahora estoy acá, escribiéndole a quien más me importa.

Si vos te atrevés a darme la mano… siempre encontrarás la mía ahí.

martes, 24 de julio de 2012

Poné un toque de amor.

De seguro saben de amores que han durado mucho o muy poco. Cuando una historia se termina, lo que usualmente preguntan es qué pasó al final. Pero siempre, lo mas importante, ocurre al principio...


No buscaba nada. Estaba parado en la entrada de la casa, fuera de todo el escándalo que hacía la fiesta que organizaron unos amigos. Ya la tenían planeada desde antes de que yo llegara de visita al país, hace como tres semanas atrás. Mañana me vuelvo a Europa.

Inmerso en mis pensamientos, levanté la mirada y la vi. A pesar de la poca luz que había, sus ojos brillaban. Fueron una chispa que me encendió al instante. Su pelo, revuelto por el viento, le tapaba la cara constantemente, y ella se lo quitaba con la mano, siempre con una sonrisa. Una sonrisa que podría conquistar el mundo. Y que sin dudas a mi ya me tenia conquistado.

Nunca fui de tener muchos problemas para entablar una conversación con una chica así que no dudé un instante en ir a saludarla. Pero cuando me le acerqué, levantó la vista, me miró y...

Un rato más tarde estábamos juntos caminando por la costa. La ciudad estaba oscura, dormida. No recuerdo todo lo que hablamos, pero fueron mil cosas. Con muchas nos reímos. Con otras reflexionamos, y cuando no teníamos nada que decir, caminábamos en silencio y cada tanto nos buscábamos con la mirada. Por primera vez en mi vida los silencios no fueron incómodos.

Estuvimos sentados un largo rato hablando sobre nuestro futuro. Habíamos puesto como regla no contar nada del pasado. Mientras era su turno de hablar, me encantaba ver como su pelo luchaba contra el viento. Por momentos me perdía en su voz.

Le dije que era mi ultima noche en Argentina. Solo se limitó a sonreír. Me costaba asumirlo, pero en ese momento creí que lo nuestro nunca sería más que un cuento.

miércoles, 11 de julio de 2012

Déjala volar.

Ambos están sentados en una plaza. Ella se ríe. Él la mira, pero no le sale sonreír. Ella vuelve a reir. Hermosa como nunca antes, achina los ojos, y se tambalea en el banco. La situación lo supera, se levanta y se va.
Ella se ríe. El otro, el que está sentado con ella, le toma la mano y sonríe también.

martes, 26 de junio de 2012

Los cuentos que le cuento a Faybel.

IMPORTANTE: El siguiente cuento es ficción, todos sus personajes son irreales, cualquier coincidencia con la realidad pudo estar buscada. O no. Si sos suceptible, no lo leas. Si te gustan los patos, no lo leas. Si sos un trosko, leelo, armá una asamblea y léanlo juntos. Si sos un reaccionario que no es capaz de entender su verdadero significado, no lo leas. Si saliste a cacerolear porque no podes comprar dolares para comprarte el ipod que te trajo tu tío de Miami, bajate la app.



Hace mucho mucho tiempo en la granja de Orson y sus amigos existió una familia aristocrática de patos. Mamá Pata, de la casa Menéndez de Cuevillas y Papá Pato, de los Pérez Echeraguen, volvieron de su luna de miel y una vez en casa empezaron a tener muchos patitos. Así llegaron al mundo Tommy, Bautista, Pilar, María Paz y Nacho. Pero un día, nació un patito de color oscuro, con corte taza y flequillito cortito. A ese, la partera lo llamó Elbraian.

A Elbraian le costaba relacionarse con los demás. O a los demás con él, no quedaba muy en claro. Nadie quería ser su amigo aunque el insistiera. Un hermoso día de abril, papá Pato le dio una extensión de su tarjeta Master Soja, y Elbraian lo primero que hizo fue comprarse altas llantas.

Orgulloso de su compra salió a recorrer la granja, hasta que se cruzó con el terrateniente Orson Oligarca, y no tuvo peor idea que decirle: “Eh amigo Orson tene´ la hora?”
Orson, horrorizado con tal situación, convocó a un cacelorazo en la plantación de soja, en reclamo de justicia y seguridad, bajo la consigna de “Esto no es la granja de Orwell”

Así, en patota, le pidieron a la familia Pérez Echeraguen Menéndez de Cuevillas que expulsen a Elbraian. Abrumados ante el pedido de toda la respetable sociedad rural, la familia accedió a esto, y el patito feo abandonó su hogar.

Elbraian vagó triste en este mundo abandonado por días... hasta que por fin, lo encontró una familia. Le dieron de comer, lo bañaron, lo cuidaron como nunca nadie hizo antes. Y a la semana, semana y media se lo comieron salteadito con verduras.

jueves, 14 de junio de 2012

Viene y se va.

Ya no se puede ser simpático. No podes escribir mas de dos oraciones sin que luzcas como un pesado. Que terrible plan podría estar tramando por tan solo decir Hola?

Al parecer, algunas personas sienten la buena voluntad y le huyen lo mas rápido posible. Lo mas doloroso de todo esto, es que muy a pesar de lo que todos pensamos, es poco probable que a futuro estas personas sientan mucho arrepentimiento por la decisión que tomaron.

La indiferencia es un afiladisimo mandoble, que cae pesado sobre nosotros, y quien lo maneja sabe siempre en todo momento lo que hace, ya que necesita de toda su fuerza, su voluntad y ambas manos para manejarlo.

lunes, 4 de junio de 2012

Caminando voy.

En pinta soy alguien muy estructurado. A la hora de hablar mucho más. Cuando escribo me gusta seguir ciertas reglas, y no suelo salirme mucho de los márgenes. Esta descripción hasta ahora de seguro no me vende muy bien, pero se sabe que de lo que aqui digo, muy poco es verdad.

No me siento pero ni un tantito así de lo acartonado que me ven los demás. Pero no les puedo mentir, me veo y me reconozco, como alguien que vive en esta sociedad arquitectónica, que pretende encajar cada pieza de su vida, como un tetris (pero mas feng shui).

Lo que a mi mas cómodo me sienta, y les recomiendo que lo prueben, es volar libre entre todas esas estructuras.

sábado, 2 de junio de 2012

¡Al azar!

Algunos eligen con la cabeza, otros con el corazón. Yo ya elegí en diferentes situaciones con cada uno de ellos y en ambas el resultado no fue para nada positivo.

La próxima tiro una moneda.

jueves, 31 de mayo de 2012

Ausencias

Con Juan Carlos eramos noviecitos en la adolescencia. Yo tenia unos 16 años y él poco mas de 17. Nos conocimos en el cumpleaños de una prima mía que iba con él al colegio. Les pidió permiso a mis padres para invitarme a tomar un helado y si bien ellos no estaban muy convencidos, accedieron. En aquel entonces yo estudiaba en un colegio de monjas, y los rumores sobre mi relación con Juan llegaron muy rápido. Las chicas eran muy envidiosas.

Las monjas hablaron con mis padres, y a partir de ese momento me prohibieron que salga con él. Pero podíamos quedarnos en la entrada de casa, sentados. Juan pasaba todas las tardes luego de la merienda. A veces nos dejaban estar en el comedor, pero estando mi hermana o mi madre presentes. Una semana pasó hasta que mi madre, cuando dio cuenta de que Juan no iba a aflojar, decidió mandarme a vivir a la Capital Federal con mi tía Claudia. En ese momento nunca entendí bien porque ni tampoco pedí demasiadas explicaciones. La noticia me la dió mi padre, y en casa lo que él decía se acataba sin protestas. Mi primera experiencia amorosa había terminado muy rápidamente. Apenas nos pudimos despedir.

Luego entendí que temían que yo perdiera mi virginidad con él antes de casarnos y por eso me mandaron lejos. Nunca les pude perdonar eso. En todos estos años, más allá de una esporádica relación, no pude formar una familia.

A Juan no lo volví a ver por casi 40 años. Y la vez que lo vi, en realidad nunca supe que era él. Estaba con mi hermana, un verano que pasamos juntas, y en plena caminata por la rambla nos lo cruzamos. Ella lo reconoció, pero yo no, y él tampoco a mi.

Hoy le contaba a mi sobrina, que tiene 21 años, esta historia. Estaba mal porque se había peleado con su novio. Hace 2 años que son pareja y últimamente discuten mucho. Mientras le hablaba sobre Juan me preguntó si alguna vez nos habíamos peleado. Se sorprendió cuando le dije que no, pero ¿Cómo nos íbamos a pelear si apenas nos dejaban hablar?.

Hace dos meses me llamó mi prima desde Mar del Plata. Me dijo que agarre papel y lápiz y anote un número. Lo hice e inmediatamente, y vaya a saber Dios porqué, me imaginé de qué se trataba. Era el celular de Juan Carlos, que le preguntó por mí en una de las reuniones que hace con sus ex compañeros. Me contó que Juan se casó una vez pero su esposa falleció hace 5 años. Lo llamé tras muchas idas y vueltas, estaba llena de dudas. La voz de aquel adolescente tímido que yo recordaba, aquel muchachito que nunca se atrevió a darme un beso, era ahora la de un hombre mayor que me llenó el alma con tan solo decirme hola.

Hablamos un par de veces hasta que al fin se animó a pedirme que vaya a verlo. Más de 50 años después, nos volveremos a encontrar. Y esta vez espero que se atreva a besarme.

lunes, 21 de mayo de 2012

Sentite libre

Hoy pensé en la auto-censura a la que todos nos sentimos obligados para respetar ciertos esquemas impuestos por la sociedad. Es verdaderamente preocupante.

Que lindo seria no temerle al ridículo ni a las caras de desaprobación que nos miran raro cuando nos salimos un poquito de los márgenes. Deberiamos quitarnos ese filtro y decir sin temor: "SI! Te quiero!" o tantos otros gritos fantásticos.

Nunca dejamos de expresarnos, ni cuando dormimos. La vida es un vendaval de expresiones.
Me gustaría liberar esta tormenta, que me levante y se lleve todo lo que me rodea.

Estoy trabajando en eso.

viernes, 18 de mayo de 2012

Anhelos

¿Qué hacemos cuando lo que hacemos no alcanza? Es una buena pregunta. Y una que escuché varias veces. Aunque no recuerdo haber oido nunca la respuesta. Tengo una teoría, algo cercano a una respuesta, la palabra clave, es tiempo.

La solución es esperar, pero esperar sin esperar nada. Y si de verdad anhelamos lo que pretendemos alcanzar,  finalmente nos alcanzará a nosotros.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Placer y dolor.

El placer y el dolor son dos de las cosas que nunca podremos recordar. Si podemos, como dice Ribeyro, tener el recuerdo de la sensación pero no la sensación del recuerdo. Hoy siento dolor. Ese dolor que mas bien es angustia, que antes fue desilusión, que brevemente pasó por desesperanza, pero que arrancó como placer. Felicidad.

Es difícil desprenderse de alguien con quien la energia fluía tan placenteramente, que prendía todo el sistema eléctrico de tu cerebro con tan solo una sonrisa. Pero no es esta la primera vez.

Tal vez, aquellos fanáticos de las estadísticas deberían de hacer un estudio que determine cuantas veces un hombre o mujer termina con el corazón dañado por una relación fallida. Así pondríamos en fríos números lo que nos puede esperar en la vida, y tan solo nos queda esperar ser la excepción.

Todo pasa, todo puede volver a pasar.