miércoles, 3 de agosto de 2011

De vivir sin tener nada.


El reparto para mi fue justo. Sin duda planear ser alguien que es imposible ser, trae una catarata de sucesos desafortunados que nos complican la existencia. Nada mejor que querer ser un buen amigo, un novio fiel, un hermano comprensivo o un periodista que diga la verdad. Pero cuando pensamos en ser alguien que cambie el mundo debemos ser personas de cuidado. 


Al pensar en convertirnos en ese deportista exitoso que todos aman o en esa estrella de rock por quien las chicas enloquecen y los hombres admiran, debemos tener mucho cuidado. No está mal permitirse soñar, solo que a veces esos sueños se convierten en algo más, se transforman en el anhelo de vivir una vida de goces que no necesitamos, pero como no los tenemos siendo el novio fiel o el periodista honesto,  los deseamos. Nuestra mente se llena de esos pensamientos y al final ¿de que sirve? 


Todos deseamos algo que no tenemos, no imagino a una sola persona en el mundo que no desee algo que no esté a su alcance. Sin embargo existen tantas personas que no valoran nada, pero absolutamente nada, de lo que poseen.

Es importante darse cuenta cuando uno está encerrado en esa utopía de una vida imaginaria. Poder diferenciar nuestros sueños, de los sueños que muchas veces son provocados por la sociedad que nos rodea. De cualquier forma insisto, creo que conmigo se ha sido justo, si, definitivamente, justo.

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