martes, 9 de octubre de 2012

Dos tipos macanudos.

Llueve. Las calles de la ciudad están vacías. Una chica camina con los hombros encogidos como si eso la protegiera más de la tormenta que azota Buenos Aires. Un estudiante va de a saltitos esquivando charcos inmensos sin mucho éxito.

En este tan desfavorable escenario, un cantante y un comunicador juegan a la guerra. Sus armas son la imaginación, la tierra y sus fronteras. Ellos tienen sueños vandálicos, se desafían mutuamente a salir por las calles de su barrio a voltear tachos, quemar hojas secas o cualquier otro disturbio de la vía pública que les venga en mente. Será que desean que se hable de ellos, tal vez pretenden dar un golpe marketinero. Probablemente solo estén locos.

La única certeza es que jamás se animan a ponerlo en práctica.

- ¡Hola! ¿Salimos hoy a quemar tachos?
- No puedo, tengo facultad. ¿El sábado podés?
- No, imposible tengo un recital ese día.

1 comentario:

  1. Pobres sujetos. El día que se animen a realizar dichos vandalismos las hojas se habrán vuelto pirómanas y caníbales. En fin... la culpa, las buenas costumbres y el altruismo dudoso... El día que lleven adelante su macabro plan estarán con el despertador en el bolsillo para levantarse temprano al día siguiente a ordenar el desorden.

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