martes, 25 de septiembre de 2012

Perotá

Triunfé. Cruzo el Rio de la Plata hacia Buenos Aires sin la muletilla tan temida. Ojo, todavía la tengo en la cabeza y se me mezcla en los pensamientos (admito que esa pelea la ganaron).
Me voy del Uruguay con un remolino de sentimientos. Significó muchísimo para mi este viaje. Fue conocer gente maravillosa. O confirmar su condición de tal.
Cada quien merecería un párrafo aparte. Pero ese no es el estilo de este blog. Esta es una bestia moderna que funciona con monedas más chiquitas. Quizás me anime a dedicarles pronto alguna ocurrencia. Encima mío llevo mil historias y mil y un sentimientos, que son como fotos revueltas en mi cabeza. Trataré de ordenarlas cuando llegue.
El Rio de la Plata se mueve, me mueve. Y con una de esas fotos aferrada mas cerca del corazón que de la mente, me empiezo a quedar dormido...

No hay comentarios:

Publicar un comentario