miércoles, 11 de julio de 2012

Déjala volar.

Ambos están sentados en una plaza. Ella se ríe. Él la mira, pero no le sale sonreír. Ella vuelve a reir. Hermosa como nunca antes, achina los ojos, y se tambalea en el banco. La situación lo supera, se levanta y se va.
Ella se ríe. El otro, el que está sentado con ella, le toma la mano y sonríe también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario