miércoles, 16 de mayo de 2012

Placer y dolor.

El placer y el dolor son dos de las cosas que nunca podremos recordar. Si podemos, como dice Ribeyro, tener el recuerdo de la sensación pero no la sensación del recuerdo. Hoy siento dolor. Ese dolor que mas bien es angustia, que antes fue desilusión, que brevemente pasó por desesperanza, pero que arrancó como placer. Felicidad.

Es difícil desprenderse de alguien con quien la energia fluía tan placenteramente, que prendía todo el sistema eléctrico de tu cerebro con tan solo una sonrisa. Pero no es esta la primera vez.

Tal vez, aquellos fanáticos de las estadísticas deberían de hacer un estudio que determine cuantas veces un hombre o mujer termina con el corazón dañado por una relación fallida. Así pondríamos en fríos números lo que nos puede esperar en la vida, y tan solo nos queda esperar ser la excepción.

Todo pasa, todo puede volver a pasar.

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